DE LA FELICIDAD A LA TRAGEDIA

Cuando llegamos al lugar de los hechos, la vimos en medio de la pista: estaba recostada sobre su cuerpo. Como protegiéndolo del frio, y esperando que se levante. La mayoria de veces , al cubrir este tipo de comisiones, lo hacemos de cerca, graficamos en segundos las imágenes de cuerpos inertes junto al dolor de la familia que llora. Esta vez, preferí no interrumpir este momento y me quedé lejos, con un nudo en la gargante, mientras que el redactor me decia "esa es la foto¨, la expresion de dolor y ternura en medio de su inconciencia.
Ellos habían salido de una fiesta de un matrimonio. Era de madrugada y se disponían a cruzar la avenida Aviacion, en San borja. El se fijó que su padre se demoró en atravezar la pista y lo fue a ayudar. En ese momento lo enviste un carro que iba a toda velocidad, dejándolo postrado en la pista , inmovil y con la sangre saliendo por su cabeza .

Ella se apresuró a auxiliarlo pero sintió su piel fria, inmovil, en pocos segundos cambio su vida para siempre. De la felicidad , del baile, pasó a una tragedia que la dejó en shock por varias horas. La familia quiso levantarla pero no reaccionaba, estaba inconciente y en ese momento todo pasaba por su cabeza, mas sabiendo que tenian recien dos meses de casados y un montón de proyectos en el aire .

De un momento a otro, empezó a gritar su nombre y preguntarse ¿por qué?. Luego se quedaba en silencio, como ida. Su familia la levantó y empezó a arrastrarla para que reaccione. Quizá ella estaba viéndolo, hablando con él, preguntándole ¿por qué fue todo tan rápido? ¿ por qué el destino o Dios o el más supremos de los supremos no les dio más tiempo para ser felices?, ¿por qué se separaban tan abruptamente y obligaban a dejar de lado el amor? ... para acostumbrarse a la soledad tan repentinamente.

EL NIÑO DE LA PUERTA

No tenian motivos para sonreir, pero ahi estaban en medio del jodido lugar, tratando de salvar lo poco que les quedaba por salvar, y es que el frio no avisa. La lluvia no te toca, viene derrepente envuelta en rocones y con veloz crueldad se lleva todo lo que está a su paso.

Fuimos al cerro conocido como Ticllo Chico, en Villa Maria del Triunfo. A medida que subíamos la cosa se ponia mas difícil. Mis zapatos se cubrian cada vez más de barro y la gente nos repetía la misma frase: "Mas arriba esta peor", y nos señalaban la última casita del cerro.

"Pucha, no llegamos ", me decía el redactor. y poco a poco veíamos a la unidad movil cada vez más pequeñita. Al llegar a la cima, nos topamos con una señora que con sus hijos a cuestas trataba de limpiar el lodo afuera de su casa, con un baldecito, lo que era casi absurdo , pero sabíamos que ella por sus hijos era capaz de lograr algo imposible.

Avanzamos y ahi estaba el pequeño en el filo de la puerta de su casita, que quedaba al borde del cerro, con sus pies descalazos. Como si hubiera esperado nuestra llegada, empezoó a sonreir y me preguntó si quería conocer a su hermanito. Le dije que sí y el niño entró rapidito a su casita. A l toque lo trajo cargando a su hermanito, sin zapatos en medio del charco de la lluvia, y seguramente sin haberse llevado un pan a la boca. El pequeñín me obsequió su mejor sonrisa, ya que por más que carezcan de comodidades, nadie les podrá quitar esa sonrisa inocente que te abre los ojos y te aclara que tus problemas no te pueden obligar a perder lo único que nos levanta el ánimo y no cuesta nada: la sonrisa.

MUNDIALITO DE EL PORVENIR

"Ten cuidado con tu equipo"fue lo primero que me dijeron .Ibamos a cubrir el famoso mundialito de El Porvenir, en uno de los barrios más movidos del distrito limeño de La Victoria. Cuando llegamos al lugar tuvimos que correr -apretujados en medio de un público euforico y expectante por ver a sus equipos favoritos- para ir al estrado donde estaban los demás periodistas, listos para cubrir este evento deportivo que data desde hace más de 20 años.

Desde el estrado ya más tranquila la cosa, observaba el partido con mi tele, pero todo era que un árbitro se le ocurría levantar la mano por una falta , entonces se armaba el bolondrón:la gente se metia a la improvisada cancha(pista), chicos y chicas y viejos barruntos gritaban y los pobres árbitros tenian que retroceder resguardados de tombos, porque

las botellas que tiraban los espectadores sentados en las ventanas de sus quintas( que ahora eran tribunas populares) caían de frente a las cabezas de los hombres de pito.

Para los diez partidos había un árbitro y mientras se jugaba uno, los otros árbitros estaban detrás del estrado, medio asustados antes de salir a la cancha, se persignaban pensando en la tarea más difícil que les tocaba luego de cada partido : dar ganador a un equipo, pues era sabido que los jugadores y los hinchas contrarios se les vedrian encima; en tanto, la policia estaba prevenida para ese momento. O en todo caso como acto de protesta la gente de alrededor se agarraba la pelota cuando ésta salía "disparada" a su entorno, y nadie, pero nadie se atrevía a reclamarla. Por eso los organizadores llevaron como cien pelotitas.

Al finalizar el evento el redactor me dijo " fotografias la premiacion y corres a la móvil, porque todos los policías se van y ésto es tierra de nadie". Mas o menos le hice caso pero cuando el grupo ganador estaba celebrando con sus chelas aproveché para pedirles que posen para la foto, y al toque aceptaron. Me di cuenta que son personas que de repente viven en zonas marginales, pero un momento de alegría como el que estaban viviendo, lo celebran como cualquiera de nosotros , porque una copa no se ganan todos los dias.

CALLAO HERIDO

Nos mandaron a cubrir uno de los operativos del Callao, que casi son a diario, pues la policia entró a un callejon de la calle Loreto, barrio al que nosotros no podríamos ingresar fácilmente, pero la tombería sí y entra al suburbio buscando sujetos o chibolos sospechosos de cualquier cosa. Ahora todo chibolo con polo ancho, short chorreado, tatuajes en los brazos, aretes etc se convierte en potencial malhechor buscado por la poli. Estos sujetos son aprehendidos y llevados a la cómica pero si no tiene ningún antecedente son liberados. Pero el roche de ser llevados en el portatropa queda como una aventura más para ellos. Y esto sucede casi todos los dias. Empero,la familia solo observa impávida los operativos.

Me llamó la atención uno de los jovenes detenidos, pues tenia un polo blanco en el que se leía "Paz en el Callao". Paradójicamente la paz que se leía en su polo y que estoy segura era un lema de este chico, esta vez no escapó del acto violento de estos operativos. Creo que, la paz que rezaba en el texto del polo, es lo que todos los chalacos reclaman desde hace más de un año en que la violencia aumentó, pues vemos a chibolitos que han reemplazado sus armas de juguete por unas verdaderas que se consiguen en el mercado negro y la muestran orgullosos.